martes, 18 de octubre de 2011

amigo


Te evocaré, por haberte soñado
El sol,
Me obligará a contarle mis enigmas mas extraños,
Entregar las misivas de mi corazon
Guardadas entre sedas y en mi pluma para ti.

Mis tinieblas, mi perpetuo anochecer
Hurta a este errante corazón su consistencia,
Se destruye ya, se deforma, se evapora
Se refleja irreconocible en el espejo del odio.

Un apoyo que se cae
Un hombro que no empapa amargas lágrimas
Brazos, que no entregan la ternura de un abrazo eterno
Corazones repletos de truenos.

Las lagrimas de la vida
Te impedirán emprender la huida
Mi lucha por conservar la vida.

Intimos sentimiento
Que escandalizan ideas,
Y se refugian en mi eterna pena
Tu rayo de esperanza amenaza mi tiniebla.

Es suave luz quise mudar mis días con tu voz
Reflejos de mágicas alegrías volcadas de los dos.

Que no me roben tu voz
Que sea siempre tu corazón el mismo insensato amigo
Eres luz para mi, aun sin saberlo, querido amigo.

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